Fíjate límites por día, por apuesta, administra tu dinero con un afán casi religioso.

Es básico que perder una apuesta, no suponga un drama para nuestra estrategia. Si perdemos el 5%, nunca será una tragedia.

Aunque la mayoría de las casas permiten apostar mediante tarjeta de crédito o transferencia bancaria, esos métodos pueden suponerte comisiones y retrasos. Considera la posibilidad de abrir una cuenta gratuita en una compañía fiable que ofrece un servicio de monedero virtual aceptado por la mayoría de las casas de apuestas online. De este modo sólo tendrás que hacer una única transferencia bancaria o un sólo depósito con tarjeta a tu monedero virtual y desde ahí repartirlo a tu gusto entre las casas de apuestas que prefieras.

Dependiendo del nivel de confianza y seguridad que tengas en tu pronóstico, tendrás que darle un porcentaje total de tu dinero.

Te proponemos estos niveles.

– Confianza alta: 5%. Si tienes 100 euros en la cuenta, la apuesta será de 3 euros.
– Confianza media: 3%
– Confianza baja: 1%

Sé disciplinado y no apuestes todo tu fondo de golpe. Emplea como máximo un 10% en cada sesión de apuestas y reparte ese 10% entre varias apuestas razonadas. A la cantidad apostada en cada sesión se le llama en inglés stake. Recuerda estas otras palabras: diversificar y cubrirte. Mejor cien apuestas de 1 unidad que una apuesta de 100 unidades. Apuesta únicamente en deportes que conozcas bien y seas capaz de pronosticar con mayor precisión que la casa de apuestas. Incluso siendo un buen pronosticador se puede perder dinero, así que imagina lo que te ocurrirá si apuestas a ciegas o confiando únicamente en el azar o las cuotas.

Para saber la probabilidad porcentual de la cuota sólo tienes que dividir 1 entre la cuota.

Por ejemplo, cogemos una cuota 2. Y dividimos 1/2. El resultado es 0,5. Es decir la probabilidad es del 50%.

A partir de esta probabilidad, descubriremos si la cuota es buena o no. Si nosotros creemos que la probabilidad del pronóstico es superior al 50%, entonces debemos apostar. Si es inferior, mejor quedarse al margen.

Aunque a primera vista las combinadas puedan parecerte más atractivas que las apuestas simples, apostar sistemáticamente a combinadas te hará perder dinero con más rapidez ya que las probabilidades de fallar se multiplican.

Por el simple hecho de que queramos apostar en un partido, no significa que vayamos a encontrar un mercado que vaya a cumplir la fórmula que hemos explicado anteriormente.

Si no la encuentras, no te empeñes en buscarla. Espera a la siguiente oportunidad.

A veces, por cualquier causa, pensamos que un partido se resolverá fácilmente en favor de uno de los contendientes, generalmente en el caso de grandes favoritos que juegan con desconocidos o equipos en muy mala situación. Nunca te confíes o pienses que hay partidos seguros a los que puedes apostar grandes cantidades. En el deporte hay muchas circunstancias (deportivas y extradeportivas) que pueden trastocar cualquier resultado por muy previsible que parezca. Las peores pérdidas se producen por excesos de confianza. Si eres joven sé especialmente precavido. Aunque es una generalización injusta en algunos casos, los más jóvenes tienen una mayor tendencia a la impulsividad y a caer en estados de euforia. Por tanto, cuando notes esta sensación mejor olvida ese partido, sigue tu sistema, reparte tu bankroll y diversifica en varias apuestas como siempre. Tampoco caigas en el desánimo si tienes una mala racha, porque las habrá.

Hay tres aspectos fundamentales a la hora de apostar en un partido.

– Momento en el que llegan ambos equipos.
– Resultados de los duelos entre ambos contrincantes.
– Parte de bajas de los equipos.

Hay tres aspectos fundamentales a la hora de apostar en un partido.

– Momento en el que llegan ambos equipos.
– Resultados de los duelos entre ambos contrincantes.
– Parte de bajas de los equipos.

Hay países que prohíben el juego o que sólo permiten la participación en apuestas estatales. Aunque la gran mayoría de casas de apuestas están situadasoffshore (es decir, en lugares donde los extranjeros no necesitan declarar sus ganancias), la legislación fiscal de tu país sí puede exigirte que justifiques tus incrementos de patrimonio o tus ingresos irregulares si superan determinadas cantidades.